¿Has visto alguna vez un edificio de formas cilíndricas de hormigón en Madrid? Descubre el edificio Torres Blancas. Uno de los proyectos más destacados del arquitecto español Sáenz de Oíza.

Torres Blancas, y sus formas cilíndricas

Con más de 80 metros de altura, el edificio Torres Blancas, se construyó a finales de los años 60. Sus particulares formas cilíndricas de hormigón, construidas en forma de árbol, se replican tanto en el exterior como en el interior. Desde el portal hasta la azotea.

Un edificio lleno de viviendas y oficinas, reformado por el arquitecto Héctor Ruiz Velázquez quien volvió a homenajear las líneas curvas. Es un claro ejemplo de arquitectura organicista y brutalista.

Contexto del edificio Torres Blancas

El edificio Torres Blancas fue un experimento que significó en los años 60 el apoyo a la vanguardia española. Inmersa en la etapa orgánica de la arquitectura madrileña, marcada de tendencias neoimpresionista y sugerencias surrealistas. Torres Blancas lanzó a Sáenz de Oíza al panorama internacional. Convirtiéndolo en uno de los arquitectos españoles con mayor presencia en el extranjero.

Características principales

Situado en la confluencia del número 2 de la calle Corazón de María con el número 37 de la Avenida de América, este edificio es una estructura a base de cilindros rodeados en todo su perímetro por balcones con celosías de madera. Cuenta con 23 plantas, más una planta adicional en lo alto del edificio, dos plantas de sótano y la planta de acceso. Más su azotea, con una serpenteante piscina.

Su nombre «torres» es debido a que, originalmente, el proyecto constaba de dos inmuebles, pero se canceló la construcción de uno de ellos. «Blancas» se debe a una pequeña trampa que el arquitecto presentó para obtener la licencia del proyecto. Su intención era que el «árbol» que había creado fuera como un recorrido vertical por escaleras, ascensores e instalaciones. Como si fueran los vasos leñosos del árbol y con las terrazas curvas agrupadas como si fuesen las hojas de las ramas.

Sáenz de Oíza se inspiró en el racionalismo de Le Corbusier para construir viviendas con jardines en altura. También las propuestas organicistas de Frank Lloyd Wright y su torre Price, haciendo una síntesis personal de ambas tendencias, que es generalmente reconocida como una de las obras maestras del organicismo.

Qué nos muestra su interior

Su portal refleja el estilo organicista al que pertenece la construcción alejada de todos los convencionalismos del resto de vestíbulos de edificios residenciales. La sensación es similar a la acceder a una gruta, llena de estalactitas descolgadas del techo. Incluso se percibe un leve descenso de las temperaturas en los días calurosos ya que se encuentra semienterrado, un nivel por debajo de la cota de calle. También son varios los accesos que tiene favoreciendo la circulación de corrientes que refrescan el espacio. Este gesto fue muy estudiado por su arquitecto Sáenz de Oiza el cual se inspiró en formas de la naturaleza para su diseño y con ello hacer realidad el sueño utópico de la ciudad jardín vertical.

Todos sus muebles, y estructuras, están perfectamente adaptados a este modelo curvo. Desde un sofás curvos y cocinas diseñado por Héctor Ruiz, hasta baños donde se encuentra dentro de una de las formas o una pared curva central actúa como elemento divisorio y vertebrador de los espacios. Este volumen cilíndrico acoge un cuarto de baño. cilíndricas que estructura los espacios.

¡Toda una obra maestra!

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